Esta mañana, en punto de las 9:45 horas, sonaron en los seis campus de la
Universidad de Sonora los altavoces de la alerta sísmica y la comunidad
universitaria salió de los diversos edificios y departamentos académicos de la
institución y se unió así al Segundo Simulacro Nacional de Evacuación 2023.
Esta actividad se realizó para conmemorar a las víctimas de los terremotos de
1985 y 2017, ocurridos en la capital del país; esto, además, como un ejercicio
de protección civil de esta casa de estudios, alcanzándose el cumplimiento de
desplazarse, comportarse y mantener la calma durante el suceso.
Fortalecen cultura de protección civil
David Fontes Domínguez, responsable de la Coordinación de Seguridad
Universitaria, al encabezar la actividad, reiteró que, de acuerdo a los
protocolos establecidos, se logró entre los participantes que, tras activarse la
alerta sísmica, se conservara la calma entre los universitarios.
“Una vez más se fortaleció y fomentó la cultura de la Protección Civil entre la
comunidad universitaria”, dijo complacido tras dirigir y supervisar los
protocolos del simulacro.
Recordó que, previamente, por disposición del Gobierno Federal este año se
recomendó llevar a cabo el simulacro de evacuación en memoria de los
terremotos de 1985 y 2017 en la capital del país, calificados como los dos más
destructivos en la historia reciente del país y ocurridos en la misma fecha.
Hizo referencia a aquellos sismos sucedidos en la Ciudad de México, los que
dijo fueron de trágicas consecuencias, especialmente humanas, el primero de
ellos de magnitud 8.1 que afectó la zona centro, sur y occidente del país,
mientras que el de hace tres años, de magnitud 7.1.
Asimismo, señaló que en esta vez se tomó como referencia el sismo de 7.6 de
intensidad sucedido en Bavispe, en 1887.
Importante avance
Fontes Domínguez afirmó que se atendió la invitación, aunque advirtió que el
simulacro es un ejercicio que cada año se realiza en los campus de la
Universidad de Sonora.
Lo importante, dijo, es que, independientemente de la convocatoria del
gobierno federal, ya se tenían avances en esa acción preventiva.
“Observamos un avance significativo en la organización y participación de
nuestra comunidad universitaria”, indicó, señalando que se desplazó de
manera segura atendiendo las indicaciones, sin alterarse en su ánimo, hacia los
puntos de reunión de menos riesgo.
Brigadistas en acción
El funcionario universitario informó que cada departamento académico cuenta
con su grupo de brigadistas, siendo los docentes a quienes prepararon para
sacar a los estudiantes del aula y dirigirlos hacia el punto de menor riesgo,
además de que también se tenía lista la brigada de evacuación, aunque afirmó
que no hubo necesidad de utilizar la de búsqueda y rescate.
De hecho, señaló que fue de nuevo una excelente oportunidad para que las
brigadas aplicaran la capacitación que han adquirido.
David Fontes reiteró la importancia de la cultura en esta materia para estar
preparados porque los tiempos actuales nos lo señalan y exigen, ya que el
fenómeno del cambio climático “está haciendo su trabajo y debemos estar en
alerta ante cualquier contingencia”.
En igual forma, destacó que con el simulacro se busca fortalecer las
capacidades de respuesta a eventos sísmicos por medio de la organización,
planificación y preparación de instituciones educativas.
Estar preparados
Juan Ramón Meza Acosta, alumno del séptimo semestre de la Licenciatura en
Seguridad Pública, consideró que resulta importante realizar este tipo de
eventos porque con todo y que vivimos en una entidad donde tal vez no se
presenten graves sismos, no deja de existir esa posibilidad de que los haya en
cualquier momento y que por lo tato gracias a estas actividades se puede estar
preparado con gran conocimiento.
“Con los simulacros prácticamente nos preparan, incluso psicológicamente,
para que podamos actuar en una forma correcta en el momento que ocurra un
evento de esa naturaleza”, dijo.
Entre más información se tiene, sostuvo, se logra mayor seguridad.
Brida Mariana Porras Tapia, estudiante del séptimo semestre de la carrera de
Psicología, señaló la importancia de que la comunidad estudiantil esté
informada y preparada para cualquier contingencia.
Expresó que las prácticas de prevención ayudan a reaccionar de manera
positiva ante los protocolos de actuación y con ello se logra un ciclo de mejora
continua en materia de protección civil.
“Este tipo de actividades benefician a todos y enseñan a mantener la calma”,
reiteró.
Alipia Avendaño Enciso, académica de la Licenciatura en Sociología, resaltó
que la prevención da seguridad a los estudiantes y salvaguarda la vida de
todos ellos.
Es importante, añadió, que en esta institución y todo el país practiquen planes
de acción ante amenazas naturales.
“Se necesitan adoptar rutinas de acción convenientes para reaccionar en caso
de una emergencia con rapidez y seguridad”, expresó.