La sociedad en general necesita educación vial y ambiental para entender que todos somos
parte de un ecosistema y la expansión de la ciudad, a través de la construcción de vialidades
en sectores donde hay humedales, rompe el hábitat de animales nativos, aseguró Alf Enrique
Meling López, profesor investigador del Departamento de Investigaciones Científicas y
Tecnológicas (Dictus) de la Universidad de Sonora.
Al ser entrevistado sobre el inminente cruce de tortugas en vialidades de Quiroga y Colosio, al
poniente de la ciudad de Hermosillo, el catedrático universitario recordó que, durante la
temporada de calor, en la parte norte de México, los animales que están enterrados o
hibernando salen a la superficie por el aumento de las temperaturas, y los más afectados por
la actividad humana son los que se encuentran mayormente cercanos a humedales.
“Es el caso de las tortugas que a veces se entierran, se calienta la superficie y salen a
reproducirse o a comer; generalmente, se mueven de sitio y, desgraciadamente, las carreteras,
caminos, cruces, rompen el hábitat donde viven, intentan cruzan y las atropellan”, dijo.
Hay que hacer campañas para crear conciencia
Indicó que existen muchas cosas que se pueden hacer para evitar la mortandad, no solo de
tortugas, sino también de otros animales como culebras, sapos, insectos, y demás; entre las
acciones están transitar a baja velocidad por sectores aledaños a humedales, instalar
señalamientos sobre la presencia de animales en el lugar y aprender educación vial y
ambiental.
“Esto sucede en todos los lugares, hay una mortandad de animales que cruzan las vías de
comunicación vehicular, especialmente carreteras. Habrá gente a la que no preocupa, por eso
la importancia de realizar también una campaña de información sobre el tema en sectores
específicos”, agregó.
Mencionó que el humedal ubicado al poniente de la ciudad, al igual que el de La Sauceda, no ha
recibido el suficiente cuidado, porque es la misma sociedad que introduce especies de
animales que no son nativos y producen un desequilibro ecológico.
“Algunas tortugas no son nativas, son introducidas, en su mayoría son las que venden en
acuarios y fungen como mascotas y al crecer se escapan de los hogares o la gente las suelta en
estos lugares; independientemente, son vidas que se tienen que respetar porque forman parte
del ecosistema”, expuso.
Llama a reducir la velocidad
Meling López señaló que las tortugas son parte de los ciclos alimentarios al consumir insectos
y animales que viven en los humedales, pero también ellas son suministros de aves como
garzas o de mamíferos que viven alrededor, como los zorrillos, mapaches, gatos monteses,
entre otros carnívoros.
Exhortó dejar a cada animal en su hábitat y en libertad, y especialmente para las personas que
transitan en esa área de la ciudad hizo énfasis en que deben de reducir la velocidad de sus
automóviles, porque no solo atraviesan tortugas, también otros animales que están en peligro
de ser arrollados.

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